Nos pasamos la vida intentando llenar de certidumbre el mañana. Planificamos con antelación para no errar. Queremos ser precabidos, queremos ser cautos, queremos controlar todo lo que nos depara el futuro. Creemos saber cómo hacerlo, y aconsejamos a la gente lo que debe hacer para conseguirlo. Creemos estar llenos de verdad, y rechazamos lo que no está escrito en nuestro dogma.
No hay cámaras ocultas, no hay detectives secretos con gabardina beige, no hay coartadas. No intentes comprenderlo, porque lo esencial se resiste a ser descubierto.
2 comentarios:
Es la única opción Delf. Pero si cierras los ojos, y exprimes a fondo tu cerebro podremos hacer nuestro el azar, aunque sea por sólo un momento.
Como cuando unas vírgenes como nosotros, antes de quedarnos dormidos, tratábamos de pensar mucho en lo que queríamos soñar. Por momentos dominábamos el azar, hasta cerrar los ojos, de verdad.
Chems.
Yo me dejé llevar una vez y me cagué viva
Publicar un comentario